HISTORIA

ANTECEDENTES

En 1850 Casimiro Mahou Bierhans, Súbdito de la región francesa Lorena, hijo de Nicolás Mahou y Anne bierhans, crea "Las Maravillas", una fábrica de papeles pintados que, por primera vez, permitía acercar este producto a las clases populares. Casimiro esel iniciador de las actividades empresariales en Madrid fue Casimiro Mahou Bierhans, procedente de Lorena (entonces Alemania, ahora Francia), que contrae matrimonio con la madrileña Brígida Solana Fernández. Con Brígida tiene tres hijos y una hija.

En 1859 Casimiro Mahou Bierhans emprende un nuevo proyecto: la factoría de pinturas al oleo "El Arco Iris". Gran Fábrica de Colores al Temple y al Olio", que tras su muerte en 1875, pasaría a manos de su viuda Brígida Solana Fernández, llamándose ahora "Fábrica al Vapor de Colores, Barnices y Hielo Vda. E Hijos de Casimiro Mahou".
En 1889 la familia Mahou inaugura la fábrica de hielo "El Polo Norte".
Fábrica de Hielo y Cervezas
La primera sociedad mercantil constituida se formaba por los hermanos Alfredo, Enrique, Luis y Carolina, hijos de Casimiro Mahou. Todos ellos de apellidos Mahou Solana. La empresa creada por los hijos de Mahou se denominaba Fábrica al Vapor de Colores, Barnices y Hielo Fábrica de Cerveza, mostrando una gran diversidad de factoría de productos. En mayo de 1890 Mahou ya servía hielo en barras procedente de su fábrica de hielo a diversos clientes ubicados en Madrid y alrededores. El éxito de la venta de cerveza hace que el resto de los productos quede en un segundo plano. El proceso de fabricación de cerveza era novedoso ya que empleaba compresores frigoríficos en sus distintos procesos de obtención, siendo una de las primeras en emplear esta tecnología en toda la cadena de producción.4 La compañía deja de producir colores y barnices en las primeras décadas del siglo XX, y continúa produciendo barras de hielo hasta los años setenta.
La empresa se constituye el 30 de octubre de 1889 por los hermanos como una Sociedad Regular Colectiva (SRC). La primera fábrica se construyó en la calle Amaniel nº 29 de Madrid (cercana al Cuartel del Conde-Duque) en la zona del ensanche de Madrid. Esta factoría comenzó a funcionar el 1 de febrero de 1891 y actualmente es la sede del Museo ABC de Dibujo e Ilustración. Por su parte, la sucursal principal se ubicaba en la calle Jacometrezo. La nueva fábrica se equipa con material industrial procedente de Alemania que entra en España inicialmente por los puertos de Valencia. Desde los inicios se decide elaborar cerveza de Pilsen. El agua empleada en la fábrica de Amaniel procede de la distribución canalizada que ofrece desde hace poco el recién inaugurado Canal de Isabel II. El lúpulo, que era difícil de cultivar en los campos agrícolas de España, se importaba desde las cercanías de la ciudad de Núremberg del tipo Lagerbierhöpfen. La malta era de origen nacional y procedía de los campos de Aranjuez. De esta forma en marzo de 1891 comienza la comercialización de la cerveza. Mahou ofrecía dos tarifas diferenciadas, dependiendo de si las botellas estaban pasteurizadas o no.3 El cliente decidía este proceso, las botellas poseían una vida de almacenaje mayor pero aumentaban un 20% del coste. Hay que pensar que mientras el vino se mantiene sabroso durante meses almacenado en botellas, la cerveza por el contrario se estropea si no se consume recién fabricada. La empresa se hace con el servicio de un maestro cervecero alemán, Konrad Stauffer Ruckert.
De la poca popularidad que tiene la cerveza en la sociedad española de la época, puede hacerse ver por la lista de clientes que poseía en aquellos instantes. Siendo época de gran asistencia a cafés de tertulia, en ningún caso se encuentra como cliente asiduo uno de los cafés de la Puerta del Sol. La fama de calidad se acrecentó cuando la producción de Mahou obtiene diversos premios internacionales que pronto decide incluir en las etiquetas de las botellas. En el período de asentamiento la familia decide crear en 1904 una segunda fábrica en Gibraleón (provincia de Huelva), esta iniciativa acaba concluyendo en 1912. Al cargo de esta factoría estuvo Luis Mahou Solana, su idea era la de ofrecer su producto a las poblaciones mineras de la provincia. La demanda fue decayendo debido al precio por litro de cerveza. A partir de esta aventura se intentaron, tímidamente, la edificación de otras factorías como la de Novelda a finales de los veinte y la de Orense (conocida como cervezas San Martín).